Entonces sucedió el Momento Aha y… Eureka ¡Lo encontré! Cómo se percató un emprendedor éxitoso con lo que debía hacer en la vida, es un misterio en teoría. Antes de que cualquier nuevo millonario tuviera éxito, hubo un momento en que no sabía qué hacer… ¿Cómo diantres apareció entonces, si estaba tan anclado como yo?
¿Qué tal público?
Hace unos 2200 años, Arquímedes se metió en su baño y exclamó:
¡Eureka!
Significa ¡Lo encontré!
Pero no se trataba del papel higiénico que había rodado hasta detrás de la cazuela.
En ese momento, el sabio encontró la solución a un problema que había mantenido su mente aturdida durante mucho tiempo.
En ese instante, un asunto oscuro aparecía repentinamente claro y obvio ante su otro yo.
Es el Momento Aha.
Una Sala de Espera.
Está ahí para cualquiera, y lo único que requiere es que uno tenga la suficiente fe en sí mismo como para seguir emocionalmente vivo.
Si te doblas al sistema, adaptando tu ser de una manera más o menos cómoda a sus exigencias, te arutinas con la única expectativa de alcanzar el máximo confort.
Entonces, Aha Pasará de Largo.
Antes del Momento Aha no hay Eureka sólo un mundo de rutinas
La vida se puede dividir en dos momentos, el antes de saber por qué estás vivo, y en lo que haces a partir de entonces.
En el medio hay un sólo Momento Aha…
Una onda cerebral que sacude cuerpo y alma convirtiendo a una persona cualquiera, en una persona con una misión.

Dietrich Mateschitz, fundador de RedBull: probó una bebida local en Tailandia como ayuda contra los síntomas del jetlag.
Ello continuará con un proceso más o menos largo hasta cuajar su destino pero, absolutamente todas ellas, proceden de un Instante Aha.
Un catalizador de acción adictiva que pone del revés todo lo que había antes en la vida de la misma persona.

Brian Chesky, Fundador de Airbnb: alquiló su colchón de aire e hizo efectivo.
Qué provoca el Momento Aha porque tengo que prepararme
En ocasiones, la inconveniencia de una situación que se opone al anhelo en un instante dado.
En ese momento puedes simplemente desilusionarte o, por el contrario, recibir ese mágico chispazo que lo cambiará todo a partir de su luz.

Nick Woodman Fundador de GoPro luchaba por sacarse una foto mientras surfeaba entre equilibrios y ¡zas! Allí estaba su Momento Aha.
En otros casos, puede tratarse del mal humor que a uno le invade cuando se encuentra ante recursos limitados.
Así Ingvar Kampard, fundador de Ikea, no podía ubicar en su pequeño automóvil una mesa recién comprada, por lo que pensó en desmontar sus patas…
El dolor y la tragedia también pueden servir de revulsivo.
Samuel Morse recibió una carta sobre la enfermedad de su esposa después de que ella ya había sido enterrada.
Afligido, decidió cambiar para siempre la forma en que las personas hablaban entre sí, e inventó el telégrafo.
Pero con este ejemplo casi nos hemos ido hasta la edad de piedra…
El Momento Aha no tiene edad definida tan sólo aparece y ya está
Nunca es demasiado tarde para encontrarlo.
Bill Gates, fundador de Microsoft, se dio cuenta de que necesitaba vender su producto antes de fabricarlo.
Steve Jobs, fundador de Apple, quería una interfaz de computadora tan bonita como la caligrafía en los carteles de su campus universitario.
Caresse Crosby, inventora del sostén, no podía meter su generoso busto en un corsé.
Algunos empresarios contemporáneos recibieron el fogonazo bien entrados los cincuenta.
Cuentan las biografías que la palabra NUNCA no forma parte del lenguaje de ese instante.

Sara Blakely, Fundadora de Spanx: como quiera que estuviese vendiendo máquinas de fax como comercial, su momento eureka descubrió la ropa interior adelgazante.
Ben Silbermann, fundador de Pinterest: hizo 50 versiones de la misma cuadrícula de imágenes.
Jan Koum, fundador de WhatsApp, no podía permitirse el lujo de llamar a su padre en Ucrania.

Donald Fisher, Fundador de Gap: fué incapaz de encontrar una tienda que vendiera jeans que le ajustaran bien.
Fue un momento de descubrimiento repentino.
El efecto Eureka.
Un Momento Aha de profunda perspicacia.
Chip Wilson, fundador de Lululemon: notó que muchas mujeres hacen yoga, pero no tenían pantalones especiales para practicarlo.
(?)

Momofuku Ando, inventor de los fideos instantáneos: vio gente haciendo cola para recibir un plato de sopa en un día muy frío.
Es el final.
El artículo Páginas en Patreon alcanza los mil y verás una lluvia monetaria, puede ayudar con los cimientos en el caso de que tu Momento Aha halla aparecido leyendo estas letras.
Aquellas circunstancias que desilusionan por no entregar lo que uno espera de ellas, oscurecen el buen ambiente de la vida.
Tornan el alma opaca.
Pero… ¿No será, en realidad, la lección que nos enseña que aún no estamos listos para recibir la inspiración?
El Momento Aha está ahí esperando.
Pero debe encontrar la puerta abierta, o no entrará ni siquiera a saludar.